lunes, 17 de noviembre de 2014

Día 7: ¿Cómo mantienes la concentración en el juego?

Como suele decirse, cada maestrillo tiene su librillo, o que las opiniones son como los culos, cada cual tiene el suyo. Este es mi culo, ¡digo...mi opinión!
Sí, ya se sabe que las opiniones son como los culos...
Está claro que los hay mejores y peores.
(Seguro que esto atrae visitas, WIN!)
La concentración depende de muchos factores, el principal para mi, la motivación. Otros son el estado de ánimo, la actitud, etc. No se pueden controlar todos, pero atendiendo a la pregunta mi respuesta pasaría por centrarse en la motivación. Buscar algo que nos motive de la partida hace que mantengamos la concentración y las ganas de seguir en ella. En esto, como en tantas otras cosas del rol, hay dos lados, como jugador y como director de juego.

Como jugador puede resumirse tal como dije antes, buscar algo dentro de la partida que te motive y te haga tener ganas de seguir la partida y no de distraerte poniéndote a hablar de la última serie de moda, de política o de lo que se tercie. Está claro que hay un hueco para todo y debe haber momentos de distensión y relax hablando de cosas ajenas a la mesa de juego, pero debe ser la válvula de escape, no la norma.

Como director de juego yo creo que es algo vocacional, me explico. Ser director de juego conlleva muchísimo más trabajo que ser jugador, tiene que gustarte ser un narrador, un contador de historias si se prefiere. Por desgracia eso no siempre basta y a veces se entra en una tónica de dirigir por dirigir, por inercia pura y eso no es bueno ni para uno ni para los jugadores, porque estás quemado y no das más, a mi me ha pasado y es en esos momentos cuando debes buscar algo que te ayude a concentrarte en la partida, lo que nos lleva de nuevo a la motivación, a veces se hace necesario sentarse a hablar con los jugadores sobre ello, otras veces se necesita simplemente unas semanas sin dirigir para despejar, otras veces, la mayoría, simplemente es dar un cambio de enfoque y buscar el adecuado, pararse a reflexionar y ver qué falla, normalmente se ve rápido si se juega con un grupo de juego más o menos habitual ya que todos adolecemos de ciertas manías hacia las que tendemos. Darse cuenta es fácil, hacer algo al respecto ya no tanto, pero con voluntad todo se puede.

Mi respuesta se puede resumir en que para mantener la concentración hace falta estar motivado para la partida y que esa motivación se busca de forma distinta en función de si eres jugador o director de juego.

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