miércoles, 6 de noviembre de 2013

Día 6: Tu mejor Crítico en una partida de Rol

Decidir uno solo de entre tantos se hace harto complicado, entran en juego muchos recuerdos llenos de emoción alrededor de una mesa, pero me viene uno a la mente más a menudo que el resto, que es el que relataré a continuación.
D20 con luz cuando sale el 20
lo quiero para Reyes
Era una tarde rolera de domingo como tantas otras, si mi memoria no me falla. El juego en cuestión era el Señor de los Anillos de ICE, el MERP de toda la vida. Jugábamos el grupo de siempre con el mejor máster que he conocido y al que dediqué ésta entrada del Desafío. No recuerdo dónde se desarrollaba la acción, lo que sí recuerdo es la situación general del grupo, estábamos sobrepasados y con todo en contra, enfrentándonos a ese tipo de enemigo de aventura que llegas a odiar profundamente, tan profundamente, y teniendo en cuenta la juventud que poseíamos entonces, que llegabas casi a odiar al propio máster por ser tan bastardo del infierno.

Así se ilumina, así, ¿Guapo eh?
En mi mente nebulosa por la furia cruzó la idea visceral de lanzarme al ataque con todo, aún sabiendo que era una locura completa ya que el enemigo en cuestión poseía una especie de barrera mágica que te rebotaba un crítico de los de Rolemaster de aplatamiento si mal no recuerdo, pero estaba realmente tan enfadado que me dió todo absolutamente igual, la ficha no significaba nada, no conseguir golpearle con las tan escasas probabilidades de éxito no significaba nada, es uno de esos momentos en los que cómo jugador te dices a ti mismo "A la mierda...". Entonces ocurrió, declaré el ataque con mi, ya lo recuerdo, mangual y el máster me dijo esas manidas palabras de "¿Estás seguro? ya sabes que tiene una barrera mágica..." a lo que recuerdo haberle interrumpido con algo así como "¡Me da igual! a la mierda todo, a ver si lo reviento de un mazazo al maldito".

No se ya si mi mente nebulosa recuerda una sonrisa de suficiencia en el máster o es cosa de mi imaginación desvirtuada, la cuestión es que toda la mesa quedó en silencio tras llevar unos cuantos minutos de combate exaltados y pegando voces discutiendo las tácticas. Entonces los dados rodaron, ese característico e inolvidable sonido que todo rolero conoce "plic, plic", ese momento de expectación anterior a ver el resultado, ese aguantar el aliento antes de ver cómo el giro de esos poliedros que tantos momentos épicos y momentos infernales habían protagonizado, paraban de rodar sobre la mesa de madera pulida...y entonces la locura, los gritos desgañitados, el saltar de las sillas, los gestos semihistéricos como cuando España mete un gol en la final, los dados marcaban el número mágico, el número que podría cambiar la balanza, éste número:
Ese momento mágico en el que un jugador saca el 100 TSM
O ese momento fatídico en el que el máster lo saca...
Ese número, con la edición del Manual de Combate de Rolemaster que manejábamos nostros y la de MERP significaba un 100 TSM, que traducido es un Tirada Sin Modificar, es decir, automáticamente el máximo de la tabla, daba igual a quién estuvieras atacando. Tras el momento de locura, sobrevino cierta calma, el máster leyó el resultado en la tabla de Mangual que reza tal que así "21EK, 21 puntos de vida y crítico E, la K es de Aplastamiento", a lo que yo, tragando saliva y con cierto temblor de excitación cojo los dados con nerviosismo y me dice "Tira el crítico", creo recordar haber mirado a mis camaradas roleros, pero no sé si es cosa de mi imaginación o no, la cosa es que los dados vuelven a rodar, esos momentos previos se repiten, y por asombroso que parezca, nuevamente saltos de las sillas, gritos, locura, histeria generalizada, ¡Otro gol de España!, maldita sea, no puede ser ¿Cuáles eran las probabilidades de sacar dos cienes seguidos?

Y entonces el máster leyó el maravilloso y fatídico resultado para nuestro odiado enemigo, y aquí es donde entra a la palestra el morbo de este juego, lo que puede cambiar un combate de un asalto a otro de forma cruda y sin compasión, su tremendo nivel de mortandad y gore gratuitos: "Golpe en la cara. Si lleva visor, éste se introduce en la cara causando la muerte en 10 asaltos. Sin un visor muere en el acto. Aún te queda la mitad del asalto. Mas 30 puntos de vida, mas 20 a tu siguiente ataque" y lo mejor es que llevaba visor...el máster se quedó un momento en silencio y describió los gorgoteos del enemigo mientras moría, todos estabamos felices de haber matado a tan odiado enemigo, rebozándonos en nuestro éxito, y entonces el máster dijo algo así como "Bueno, ahora tiraré el crítico E de aplastamiento que te causa la barrera mágica que te dije que tenía" otra vez esa sonrisa de suficiencia, ¿O es mi mente que me engaña? Bueno, la cosa es que no recuerdo exactamente el texto del crítico pero el resultado fue que me rompí todos los huesos del cuerpo y quedé hecho una piltrafa tirado como un guiñapo a ni se sabe cuantos metros del tipo, con el mangual volando a tomar por saco y si no recuerdo mal el mangual se volvió exterminador de ese tipo de criatura, y como en el Señor se llevaba los puntos el que matara al "bicho" más otros tantos puntos por el tipo de crítico, creo que hasta subí nivel y todo, ya que no, no morí ese día. Una victoria agridulce, pero victoria al fin y al cabo.

2 comentarios:

  1. Esos críticos mágicos del SA, jejeje Muy bien narrada la satisfacción de sacar un 100. Las veces que la hemos visto en los ojos de nuestro compañero noldo, al que nunca he visto tan orgulloso como al contemplar el mágico doble cero cada vez que lo sacaba :)

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    1. Ciertamente, mirando a toda la mesa con esa sonrisa suya, los brazos cruzados mientras asentía con la cabeza todo pagado de sí mismo, impagable, para lo demás Master Card.

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